Mercería Manolo

Esta popularísima Mercería, que estuvo durante más de 50 años en la calle Meléndez Valdés que estuvo regentada por Manuel Gómez Gómez, "Manolo el de los botones"  hasta su jubilación en el año 2000 con el atento Amador y posteriormente por Francisca del Arco "Paquita" hasta el 2013 que ella cerró también por jubilación. 
En esta histórica mercería han entrado varias generaciones de abuelas, madres y nietas para adquirir los menudos artículos necesarios en la confección, arreglo o exorno de trajes de todo tipo, desde agujas, hilos, botones, dedales y corchetes a calcetines, cinturones, pinzas, pasadores y peinetas, pasando por hombreras, coderas, rodilleras, bordados, blondas, pasamanería, encajes, flecos y mil cosas más de este tipo. Si algo de ello no se encontraba por Badajoz, lo tenían en Mercería Manolo.
Esta tienda aunque ya esté cerrada siempre quedará en el recuerdo de muchos pacenses.

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Ferretería San Fernando

La Ferretería San Fernando, en Carolina Coronado, es la más antigua de Badajoz que todavía sigue activa, fué abierta por su tio en la cual empezó a trabajar Pepe. 
Posteriormente se quedó como propietario José Acedo Salgado, "Pepe" para todo el mundo forma parte de una familia con tradición ferretera en Badajoz, su padre abrió El Candado en la Plazuela de la Soledad posteriormente llevada por sus hermanos Juan y Carlos, y sus hermanos Narciso y Luis llevaron La Llave en Ricardo Carapeto. 
Ayudado por el leal y trabajador Enrique el cual desde niño hasta su reciente jubilación ha estado toda su vida ligado a la ferretería se construyó una gran reputación por su servicio al cliente y su amplio "catálogo" de productos. Tanto a Pepe como él le faltaban manos y ojos, para atender a todos los clientes, pero lo que no les faltaba nunca, era amabilidad y sonrisas para todos. 
Pepe jubilado hace años, pasó el testigo a sus hijos José, Luis y Juan, a los cuales, además de la ferretería, les dejó la enseñanza de un comerciante sabio debido a la experiencia de toda una vida dedicado a ello. 
Ellos siguen en ese local de siempre, así como también con la tradición envolviendo en papel de periódico y echando las cuentas a mano, pero lo más importante, es que allí se pueden hallar cosas que no se encuentran en otro lugar del ramo. 
Quién de nosotros no ha oído decir alguna vez que lo que no tenga Pepe no lo tiene nadie, eh?. 


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