Belén Santos Mato nació en Badajoz en 1966, es uno de esos trabajadores anónimos que se encargan de la limpieza de nuestros barrios.
Es simplemente una trabajadora nata que lleva en este servicio algo más de ocho años en su ruta de Plaza de Santa Ana, San Agustín, Morales, San Atón, Joaquín Sama, Prim, calle abril.... un recorrido que conoce al dedillo.
No destaca por ser una persona especialmente joven, guapa, alta o delgada, pero es una mujer especial, porque tal como su nombre indica, es una campanada de alegría y bondad.
Su sencillez es su nota predominante, y para ella, la persona es el corazón y no el cargo que ocupa.
A Belén le encanta su trabajo porque le hace sentirse realizada, además de recibir el afecto de muchos transeúntes.
Ella ha presenciado robos con violencia, espectáculos desagradables en las calles, arrancada de piedras en la vía pública, etc.
Se ha encontrado incontables objetos, entre ellos: ropa etiquetada o carteras con dinero (que devolvió de inmediato a sus respectivos dueños).
Esta mujer, a la que tengo el placer de conocer personalmente, se relaciona con personajes de cualquier estatus social, tales como prostitutas que le hablan de su vida, drogadictos que le comentan sus tristezas, pobres que piden por las calles, una inmensidad de personas quienes le cuentan sus dificultades económicas.
Ha estudiado auxiliar administrativo, ejerciendo en el SES, como auxiliar administrativo en el hospital Materno Infantil de Badajoz. Imparte cursos de baile de flamenco desde 2005 hasta nuestros días. Es corredora de fondo de los 42.195 metros (fue medalla de Extremadura, oro, plata y bronce); ha culminado 87 medias maratones, 10 maratones, 300 carreras (de 10 km, cross, 5 km, 7 km,….) en lugares como Extremadura, Portugal, Andalucía, Castilla la Mancha (estuvo dos veces clasificada para el Campeonato de España).
Quiero expresar mi elogio para personas como ella y resaltar que si los sectores de servicios municipales funcionan adecuadamente, es porque se han dejado en buenas manos, en personas responsables y valederas como Belén Santos Mato, una trabajadora nata, claro ejemplo de dignidad.
Varias imágenes de sus actividades
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