Manuel Alonso Fernández, regentó junto con mujer Aurora durante más de 70 años esa centenaría churrería heredada de su madre Fernanda que estuvo situada en la antigua calle Zapatería, hoy llamada Moreno Zancudo.
Quién de nosotros que subíamos al mercado de la Plaza Alta no probó los exquisitos churros que allí se fabricaban, eran una familia humilde, amable, campechana, trabajadora abriendo para atender al público durante todos los dias del año, festivos y laborables, muy apreciada y estimada tanto por sus empleados como por todos los que los conocieron. Esas roscas de churros atadas con un junco que preparaban eran sin duda los mejores churros de Badajoz, y que todavía perduran en la mente de muchos vecinos de nuestra ciudad.
Quién de nosotros que subíamos al mercado de la Plaza Alta no probó los exquisitos churros que allí se fabricaban, eran una familia humilde, amable, campechana, trabajadora abriendo para atender al público durante todos los dias del año, festivos y laborables, muy apreciada y estimada tanto por sus empleados como por todos los que los conocieron. Esas roscas de churros atadas con un junco que preparaban eran sin duda los mejores churros de Badajoz, y que todavía perduran en la mente de muchos vecinos de nuestra ciudad.
Aurora y Manuel en plena actividad en su negocio