Juan Tena García nació en Castuera (Badajoz) en 1904 y falleció en Badajoz en 1969, fue Inspector Jefe de la Guardia Municipal de Badajoz durante varios años, él fue quién tuvo la idea de la celebración del Día de la Guardia Municipal, ya que al igual que en las principales ciudades españolas, se celebrara también en nuestra ciudad de Badajoz, hecho que consiguió. Y aquel primer Día de la Guardia Municipal en nuestra ciudad, se celebró por primera vez en el 24 de diciembre de 1958. Esa primera celebración constituyó un completo éxito en la nuestra capital, al participar toda la población con la entrega generosa de sus aguinaldos, en metálico y en especie, tenido así la ocasión de manifestar su agradecimiento a estos modestos funcionarios municipales que realizan su meritoria labor durante todo el año, en beneficio de la ciudad y del vecindario.
Esta festividad del Día del Guardia Municipal continuó celebrándose durante 24 años consecutivos, hasta que en las Navidades de 1983, la Policía Municipal repartió durante estas fechas una tarjeta de felicitación y un adhesivo con el dibujo de su placa de pecho y la leyenda "Colabora con nosotros", desechándose definitivamente la tradición del aguinaldo que se solicitaba con motivo de la Navidad el día 24 de diciembre.
Recaudación de ese primer día de su celebración:
En los nueve puestos de circulación que había establecidos, se entregaron 506 botellas de vinos de distintas marcas, 187 de licores, 17 de gaseosas La Pitusa, 48 de cervezas, y 20 de leche, con un total de 778 botellas.
Además se entregaron 54 pastillas de turrones de distintas clases, 11 bolsas de mazapán, 9 paquetes de pastas, una bandeja de pasteles, un paquete de roscas de dulce, un kilo de dulces, 5 pastillas de dulce de membrillo, 5 cajas de polvorones y mantecados, otras 5 cajas de galletas y bizcochos, 2 paquetes de almendras, un paquete de pasas, 18 tabletas de chocolates, un paquete de caramelos, una caja de anises, etc, etc.
De tabacos se recogieron 266 puros, dos cajas de cigarros puros, y 342 paquetes de cigarrillos de distintas marcas, entre las que no faltaron las conocidas marcas del momento, como el Caldo de Gallina, Peninsulares, Canarios, Celtas o la Picadura.
También donaron otros artículos como: arroz, garbanzos, huevos, mantequilla, conservas, embutidos, etc., etc. así como 3 tubos de Okal, 4 paquetes de bicarbonato y hasta tres escupideras. Y en metálico se recaudaron en total 16.417 pesetas, distribuidas de la siguiente forma:
Puesto de San Roque, 2.236,10 pesetas.
Plaza de España, 1.772,50 pesetas.
Inspección Municipal, 3.639,65 pesetas.
Vasco Núñez con Calvo Sotelo, 1.240,00 pesetas.
Cabeza del Puente, 1.194,25 pesetas.
Pedro de Valdivia, 1.132,25 pesetas.
Tte. Coronel Yagüe con Calvo Sotelo, 713,55 pesetas.
Vasco Núñez con Menacho, 726,05 pesetas.
Muñoz Torrero con Francisco Pizarro, 2.788,65 pesetas.
Puerta de Palmas 974,00 pesetas.
En los puestos de la Plaza de España, Cabeza de Puente, Pedro de Valdivia y esquina de las calles Francisco Pizarro con Muñoz Torrero, fue más elevada la recaudación, siendo el puesto que menos recaudó el de la gasolinera de San Roque. Al advertir esto el Ilmo. Sr. Alcalde, D. Ricardo Carapeto Burgos, depositó en el mismo dos botellas de vino y mil pesetas.
Estos aguinaldos se distribuyeron en 118 lotes, que fueron distribuidos por sorteo entre los 118 guardias que integraban la plantilla de la Policía Municipal de Badajoz en aquella época, ya que el aguinaldo no era solamente para los guardias de circulación, como ocurría en otras capitales, pues si bien estos guardias de circulación tenían la misión de regular el tráfico, también los de distrito cumplían con otra misión muy meritoria en beneficio de la población y de sus vecinos, e igualmente se tuvo en cuenta que estos últimos auxiliaban y reemplazaban a los de circulación en muchas ocasiones que así lo requerían.
Como anecdotario del aguinaldo y momentos simpáticos que se produjeron puede recordarse que los empleados de Galerías Preciados hicieron una pancarta alusiva para el guardia que presta servicio en la esquina de Francisco Pizarro y Muñoz Torrero, y antes de entrar al trabajo, puestos en fila, fueron pasando por delante del guardia, entregándole un donativo en metálico. Este guardia no estaba puesto allí por casualidad, se trataba de D. Juan Antonio Casado Gutiérrez, antiguo legionario que ingresó en el Cuerpo de la Policía Municipal de Badajoz el día 13 de mayo de 1955 y que en su tiempo libre trabajaba como vendedor precisamente en estos grandes almacenes para conseguir un sobresueldo, y que finalmente en el año 1961 solicitó excedencia voluntaria para trabajar de forma exclusiva en esta empresa. También el vecino de esa calle Pepe Olivenza, fotógrafo de profesión, entregó a este guardia un carrete de fotografías, convertido en billetes de cinco pesetas.
Por su parte, el Regimiento de Caballería del Cuartel de la Bomaba, invitó a cenar el día de Nochebuena a los dos guardias que estaban de servicio delante de dicho Cuartel, en lo que hoy se conoce como Plaza de Dragones de Hernán Cortés.
Así como una comisión de taxistas se personó en la Inspección Municipal para entregar también un donativo en metálico, en nombre de todos los del gremio.
Como curiosidad, indicar que el conductor de un moto-carro pasó algo bebido por delante de uno de los puestos de circulación. Al darse cuenta de su estado, uno de los guardias lo montó en el remolque y lo condujo a su casa, para evitar un posible accidente. Ese día en cada puesto de circulación había dos guardias, uno regulando el tráfico y otro atendiendo a las personas que aportaban algún donativo.
La Guardia Municipal de Badajoz quedó profundamente agradecida, y estos obsequios estimularon su celo en beneficio de la ciudad, y de los obsequios recibidos, enviaron espontáneamente algunos de ellos a los Conventos de Clausura de Carmelitas, Trinitarias y de Santa Ana, para que las monjas disfrutaran también de su alegría.
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