José Luis González Lebrijo nació en Alconchel (Badajoz) el 18 de marzo de 1954. Con poco más de nueve años, prefirió ayudar a su padre en el cuidado de los cerdos, que asistir a la escuela, pues a eso le sacaba más beneficio a corto plazo, así obtenía de salario 25 pesetas mensuales. Me cuenta que un día mientras jugaba en el campo resbaló y cayó sobre unas ramas de encina, y una de ellas le atravesó el maxilar inferior, y me muestra la marca que le dejó el incidente. Por estas fechas, su padre fue destinado a Badajoz por motivos de trabajo, concretamente al Cebadero de Ramón Sáenz, situado en la zona de la estación, junto al ferrocarril de la ciudad, allí me recuerda, estuvo yendo unos días, a una escuela construida a base de madera pintada en blanco, que se ubicaba en una curva muy pronunciada en la carretera de Cáceres, muy próximo al Puente Viejo.
Me dice, que jugando a un "juego absurdo", en el cual se dejaba caer sobre la
cabecera de su cama, donde se ponía en pie y volvía a dejarse caer, así una vez y otra..., pero en una fatal ocasión, calculó mal y en lugar de caer sobre la cabecera, lo hizo sobre la pared. Y me cuenta que estuvo muchos días sin poder ver por la hinchazón de su cabeza, como consecuencia, el tabique nasal superior, quedó más hundido que el maxilar inferior, y este hecho le provocó dificultades a lo largo de su vida, tanto al masticar como al respirar.
Transcurrieron algunos años hasta que sus padres pudieron vender la casa de Alconchel, sita C/ La Cruz, de más de 90 m2 de vivienda y más de 400 m2 de patio o corral, por 14.000 ptas. Pero aún, nuestro amigo José Luis no había aprendido a leer ni escribir, él fue pillando algunas ideas gracias a su madre, que sí sabía leer y escribir, cosa que por entonces no era muy común. Ella le leía los trozos de papel que él se iba encontrando, generalmente, paquetes de tabaco picado.
Después se mudaron a un pueblecito de colonos de nombre Gargáligas. Contaba ya con 11 años y aún no había aprendido a leer. Surgió por aquellos entonces una ley que obligaba a los padres llevar a sus hijos menores a la escuela, y un día cuando estaba recolectando algodón con su padre, se les acercó un guarda forestal que le comunicó que el niño debería ir a la escuela de manera obligatoria.
En su primer día de colegio, nos dice, que pasó mucha vergüenza, ya que sus compañeros de clase empezaban a estudiar en la enciclopedia de segundo grado, mientras él, solo contaba con una pequeña cartilla escolar, la cual repasaba ayudado por el maestro. Estaba el último de la clase, donde quizá solo el profesor se fijaba en él, salvo las burlas y las mofas que recibía de sus compañeros. Fue muy tímido, pero muy agresivo, aunque noble, ni admitía las burlas hacia él, ni hacia los que eran más débiles.
En esa época ya trataba de seguir a las chavalas en los paseos del pueblo, aunque me reconoce, que su timidez lo frenaba a la hora del diálogo cara a cara. Dos cursos más tarde, estaba ya el primero en la clase y era envidiado por sus compañeros, los mismos que un día se burlaron de él, gracias, claro está, a los maestros D. Gabriel y a su esposa María, que se ofrecieron altruistamente para darle clases particulares. Dado su gigantesco avance, fue seleccionado por orden del párroco del pueblo, D. José, para ser enviado lejos del municipio, a Morón de la Frontera (Sevilla) a estudiar junto con sus compañeros más adelantados. En el colegio Salesiano de Morón, también saltó cursos: de primero de oficialía a tercero. Manifestó varios comportamientos de rebeldía y fue expulsado la última noche de su estancia, y condenado sin remedio a pernoctar en un parque, lugar próximo donde tomaría el autobús a la mañana siguiente. Me cuenta que tiene algunas narraciones dedicadas a "aquella noche en el parque", pasó mucho miedo al principio, después, me cuenta, que estuvo muy acompañado por los fantasmas de la noche.
Más tarde marchó al colegio Virgen de Guadalupe (Badajoz), donde empezó a hacer sus primeros pinitos en el teatro. Uno de sus profesores, D. Miguel Murillo Gómez (ahora un afamado dramaturgo), lo seleccionó para su grupo de teatro y le dio el papel principal de EL CONVIDADO, obra archiconocida por su autor, el pacense, Manuel Martínez Mediero.
Posteriormente con mucha suerte, consiguió convencer al director del centro, D. Lorenzo para poder representar una obra de su propia autoría, que llamó EL HUMANO, auto sacramental que iba acorde con el centro escolar, pero su principal problema ahora, era convencer al director nuevamente, para meter chicas en un colegio de educación segregada por sexo. Pues era necesario ensayar con chicas. Tras varios esfuerzos consiguió crear un grupo mixto: GUADALUPE TEATRO, y "El Humano" se representó, no solo en el Colegio Virgen de Guadalupe, sino en varios pueblos cercanos al centro escolar.
Por entonces, Miguel Murillo, su antiguo educador y director de teatro, lo introdujo como actor en el grupo de teatro profesional de la ciudad que llevaba por nombre ALMAS HUMILDES. Fue por esas fechas cuando conoció a la que ahora es su esposa: María de los Ángeles Flores Guerrero.
Al finalizar la Maestría con calificación de notable, se colocó en Abengoa (empresa de electricidad). Tras varios meses, fue contratado para trabajar en Altos Hornos Buñol (Valencia), dejando atrás, en el pueblo, a una muy buena amiga, que no me revela su nombre por respeto a su intimidad. Al poco tiempo de empezar a trabajar, pasó por varias anécdotas importantes, dicho de manera concisa, una fue arriesgarse a acariciar a un buldog, al cual solo se dejaba acariciar por su dueño, y después hacerse una fotografía con una Oca a la que nadie podía arrimarse sin ser mordido. En la apuesta ganó un mes gratis de alquiler en la casa donde vivía.
De Valencia saltó a Ovejo Viejo (Córdoba) para hacer el campamento militar obligatorio, y después finalizó su servicio militar en Sancha Brava (Badajoz), donde pasó toda la milicia restante como operador de las cámaras de cine del cuartel. Su destino le ofrecía cierta libertad, la que sin duda aprovechaba para visitar a su novia María de los Ángeles. Por enero de 1976 y estando aún ejerciendo el servicio militar, selló compromiso de noviazgo con María de los Ángeles, algo así como: ni tú ni yo buscaremos otra pareja.
Una vez el servicio militar cumplido, él marchó a su pueblo y ella continuó en la ciudad de Badajoz, donde sería visitada casi todos los fines de semana, y por qué no decirlo, gracias a que ella le enviaba en un sobre dinerillo para el viaje. Por un corto tiempo quedó parado, después se presentó a unas oposiciones para optar a un cargo de jefe de equipo en la empresa de muebles de Valentín Rebollo (Valentiness - Villanueva de la Serena). Tras el examen tipo test, donde consiguió la mejor puntuación, fue dado de alta en la empresa, y una vez ocupó su cargo fue enviado por la patronal a Castro-Urdiales (Santander) para prepararse para su nuevo cargo en Valentiness Expansión. Allí permaneció bastantes días.
Después de un año en la empresa, quiso probar por su cuenta y montó un taller de calderería con un socio vasco, José María Aizpurúa, también trabajador de Valentiness. Durante el periodo de autónomo y todavía soltero, recorrieron parte de las Vascongadas: Mondragón (Arrasate), Zumaya, Fuenterrabía... Buscaban ambos socios maquinarias para su empresa... En aquel lugar le acontecieron varias anécdotas, la más importante sucedió en una cafetería en Mondragón, donde fue confundido como un soplón de la policía, y gracias a su amigo: José María Aizpurúa, que aclaró aquella situación en el idioma vasco, hoy día sigue con nosotros, pues estaba a las puertas de una ejecución.
Aquel negocio les iba de maravilla, fabricaban piezas para todo tipo de maquinaria agrícola. El éxito de ambos llegó hasta los oídos de un empresario adinerado de Mondragón que les propuso comprar sus maquinarias y darles de alta en la Seguridad Social en una empresa de fabricación de todo tipo de piezas de caucho. Después, fueron los dos socios enviados a Madrid, donde estuvieron largo tiempo desmontando una gran industria de maquinaria del caucho, que fue incendiada. Sus cometidos: el vasco reparaba las partes mecánicas, mientras José Luis los circuitos de automatismos. Se hospedaban en una pensión de Villaverde Bajo, donde empezó a tomar notas para su primera novela, "El Verano de la esperanza". Una vez reparadas las maquinarias, se enviaban a Trujillo, donde recibirían el último proceso: pintado y puesta en marcha. Aquí hubo de atender a su compañero de un accidente muy grave: la batería de un grupo electrónico industrial, le explotó en la cara, y con agua y paciencia salvó a su amigo de aquel grave incidente.
José Luis ya había hecho sus pinitos presentando algunas de sus poemas, casi siempre en castúo, en la revista Seis y Siete, del periódico HOY.
La empresa en Trujillo dejó de funcionar a causa de desavenencias de su jefe con la empresa que tenía en Bilbao: si funcionaba la de Trujillo, se cerraría la de Bilbao, a lo que no estaban de ninguna manera dispuesto los vascos. Así que quedó parado una vez más, pero por corto tiempo, primero recolectando frutas y después en una cooperativa de Valdivia (Badajoz) que llevaba por nombre la CREX.
Ya en 1981 contrajo matrimonio con María de los Ángeles Flores Guerrero en la ciudad de Badajoz. La residencia habitual de ambos estaba ahora en Gargáligas, lugar donde vivían sus padres y sus tres hermanos. En este tramo de su vida trabajó en la vendimia de Villafranca de los Barros, trabajo, que según nos cuenta fue el más duro de su vida, tenía un buen sueldo, eso sí, pero desde las seis de la madrugada hasta las tres del medio día solo paraba quince minutos para el bocadillo.
Al poco tiempo de casados, le comunica su antiguo jefe vasco mediante telegrama (pues no contaban con otro medio), se personara en Mondragón (Guipúzcoa) para trabajar de mantenimiento en su fábrica de caucho. Las condiciones le parecían buenas y marchó con su esposa en aquel seat 124 gris. Se hospedaron en un hotel céntrico de la ciudad y muy cercano a la fábrica (con todos los gastos pagados), lógicamente reservado por tiempo indefinido y hasta que encontraran un piso de alquiler de su agrado, de cuyo importe no tenía que preocuparse. Aproximadamente un mes más tarde, un amigo vasco le dijo que estaba avisado, que tenía 24 horas para marcharse y dejar libre el puesto de trabajo. Entendió el mensaje justo a su medida, en aquella época no era otra cosa que una grave amenaza, así que se pusieron en marcha hacia Badajoz antes de transcurrir las cuatro primeras horas.
Nuevamente quedó parado por un corto tiempo, hasta que consiguió un trabajo como electricista en la Central Nuclear de Valdecaballeros, donde coincidió con Ingenieros de su misma promoción. Sus inquietudes le condujeron a presentarse para el comité de empresa, donde, como era de esperar terminó siendo el Presidente del comité, y poco más tarde, liberado por sus compañeros y el sindicato de UGT, dado el apoyo masivo que tenía de todos los trabajadores. Fueron momentos extraños para él, conoció personalmente al Presidente de la Junta de Extremadura, Rodriguez Ibarra, y al secretario general de UGT, Nicolás Redondo... En esta etapa creó TEATRO
GARGÁLIGAS. Y con el cantar de las cigüeñas (ya que junto a su casa, en la torre, anidaban estas aves) fue engendrado su único hijo, David Gonzalez Flores, quien sigue la estela de su padre como autor con nota de cum laude. Me cuenta, que en estado de su esposa, hubo de valerse de las amistades de sus compañeros de trabajo para que les trajeran castañas casi a diario de la ciudad de Guadalupe (Badajoz), ya que en la gestación le dio por ese capricho. Tres meses antes de dar a luz y dado que la criatura venía mal colocada, decidieron que ella se trasladara con sus padres a la ciudad.
A partir de ese momento, José Luis iba a visitarla siempre que podía, por lo general todos los fines de semana, dado que su esposa estuvo ingresada más de dos meses, hasta su alumbramiento en 1983, mediante cesárea. Una vez naciera la criatura, el padre de su esposa, Manuel Flores Cabrera, le ofreció trabajo, y le pidió que dejara la Central Nuclear para trabajar con él en su cristalería.
Meses más tarde, fundó el GRUPO LA RICHOLÁ, lugar donde se daban clases de alfabetización, dirigido el centro por Emilio Durán Ruiz: Asamblea de Extremadura. De La Richolá fueron saliendo chicas y chicos seleccionados, y con ellos creo TEATRO LUNA. Con este grupo cosechó varios éxitos. Y sin dejar Teatro Luna creó el GRUPO BOREAL en el colegio Virgen de Guadalupe, por invitación de un profesor, Paco Cerrato. En el poco tiempo libre que le quedaba fue escribiendo poemas y narrativas, que guardaba en el fin de semana que conservaba aún del colegio Salesiano de Morón de la Frontera.
La Asociación de Vecinos del barrio de San Roque (Badajoz) le propuso formar parte de su Junta Directiva como vocal de cultura. Pocos años después, y tras el fallecimiento del presidente de la Asociación, D. Pablo Parejo García, le nombraron Vicepresidente, cargo que ostenta desde entonces. Por aquellas fechas, y tras unas elecciones vecinales es nombrado tesorero de las 35 Asociaciones que conformaban la Federación de Asociaciones de Vecinos de Badajoz...
En 2014 edita su primer libro "Black-Teo y el dragón", para todos los públicos. Versa en torno a una pequeña historia basada en hechos reales. Se trata de un campesino que tiene la necesidad de emigrar a la gran ciudad para labrarse un mejor futuro; pero sus pensamientos le traicionan cuando piensa en su cachorro, se ve sin fuerzas para abandonarlo, y llevárselo a la ciudad no puede, en la pensión donde se va a hospedar no admiten animales. Así que se ve obligado a deambular durante días en busca de una persona en la que pueda depositar su confianza y dejarle el animal.
En 2015 edita su segundo libro, "El verano de la esperanza", libro en el que su biografía queda atrapada por las sicosis del principal papel de la novela, en la cual, refleja a grandes rasgos parte de su historia. El protagonista de la obra nos hará reflexionar sobre la verdadera naturaleza del ser. ¿Somos lo que pensamos o pensamos lo que somos?. El secreto de esta novela está en saber profundizar en la mente del personaje para entender su vida y sus problemas.
En el mismo año, inmediatamente después, sale a la luz, "La leyenda de un pueblo", escrito en estrecha colaboración con su hijo David González Flores, libro, donde ponen de manifiesto la autoridad del terrateniente de la época, y el mal de ojo. Se trata de una novela basada en la realidad de los años 1939-1951, con datos cedidos por su madre Emilia Lebrijo, y la experiencia de algunos mayores de Alconchel. Un joven temerario y altivo. Una joven bella y romántica. Una anciana bruja de oscuros poderes. Un poeta ciego de misterioso pasado. Un linaje de ricachones de corazón escarchado… Todos ellos forman parte de la mitología local de ese pueblo.
En 2016 edita su libro de antología que bautiza con el nombre de "Jirones de mi tierra", novela de la cual, nunca se sintió orgulloso, donde tocó todos los temas que quería tocar, pero no fueron redactados como hubiera querido. Nunca consintió que en sus novelas intervinieran correctores ni correctoras, pues decía que perdían autenticidad. Es un compendio de poemas (algunos en castúo), obras de teatro y narraciones cortas.
Un año más tarde en 2017 edita su libro de poemas que tituló con el nombre "Retazos de cortezas". Este libro de 116 páginas, fue quizá, el mejor tratado hasta el momento, aunque siempre dijo que no existía equilibrio entre el precio con el que salió al mercado y su número de páginas. Recoge más de sesenta poemas variopintos y representativos del autor, son poemas que van del soneto al romance, pasando por el zéjel y el ovillejo sin olvidar, por supuesto, poemas en el dialecto extremeño (castúo).
Meses más tarde ya en 2018, en una de las asambleas de la Asociación Cultural Badajoz Contigo, fue invitado por el presidente para que formara parte de su agrupación, en la cual empezó como vocal de la misma para conformar un grupo de teatro, que en dos meses puso en marcha con el nombre de CONTIGO TEATRO, con el que cosechó varias representaciones exitosas, pero renunció de este grupo año y medio más tarde por desavenencias personales y volvió a crear otro grupo con el mismo nombre, tras serle concedidos los derechos legales.
En 2019 realizó con su esposa el primer viaje del Programa de Turismo del Imserso con destino a Mazagón (Huelva), donde en una de sus visitas turísticas, concretamente a las Cuevas de Aracena, resbaló en una de las escaleras de bajada, ejecutadas mediante rocas y pizarras, y gracias a un turista como él, que le detuvo, impidiendo que cayese a una laguna profunda, sin embargo, no le pudo salvar de la rotura de varias costillas.
En marzo de 2019 dirige en el Teatro López de Ayala la obra teatral de Manuel Martinez Mediero "El Convidado". Es una crítica a los medios de comunicación y a la sociedad racista, una fábula copada de metáforas crueles que apuntan a la alta sociedad, a su manera de tratar a los inferiores por su estado de pobreza y por sus desgracias congénitas. Interpretada por: Juan Manuel Flores (el Convidado), Javier Feijóo (el Padre), Jesús Nieto (el Hijo), Carmen Flores (El ama de llaves) y María del Carmen Camacho (La doncella).
Por enero de 2020 hizo el segundo viaje de la tercera edad con su esposa a Torremolinos (Málaga), donde en uno de los desplazamientos de autobús terminó con rotura de menisco, y a la llegada de las vacaciones, el 14 de marzo de 2020 declara el Gobierno Socialista el primer Estado de Alarma de la democracia en todo el territorio español, para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.
Segun él "Fueron meses de agobio, de miedos incesantes, de noticias contradictorias tanto de un lado como de otro, pues hemos pasado unos meses copados de conjeturas.", me comenta.
En plena pandemia, marzo de 2020 sale a la luz su último libro hasta ese momento, que bautizó con el nombre de "Un cuento jamás contado", donde narra hechos quiméricos, valiéndose también, de una obra de teatro de su autoría, que apodó con el mismo nombre. Esta historia nos transportará al país fantástico de Utopía, gobernado por dos reinos antagonistas que representan el Bien y el Mal, donde ambas entidades lucharán para conseguir el equilibrio en su mundo. A esta epopeya serán llamados todos los seres vivos para defender el Bien, mientras que los aliados del Mal, intentarán hacerse con el poder para convertir a la Tierra en un lugar oscuro.
Dos meses más tarde (Marzo de 2021) edita "Crónicas y paranoias de un tuercebotas", donde vuelve a socavar en las paranoias de un cerebro de alto Coeficiente Intelectual, que tras un accidente de tráfico sufre alteraciones importantes, motivado por la falta de anestesia en sus operaciones, y provocándole la Percepción Intraoperatoria. La vida nos llega como una tarea peligrosa que debemos superar cada día. No debemos olvidarnos de ella, si lo hacemos, nos dará alcance de inmediato para fustigarnos y hacernos pagar por todos nuestros errores. El protagonista no lo tuvo en cuenta, actuó a su libre albedrío, también es verdad, que nunca estuvo en orden su cabeza.
En abril de 2022 edita su siguiente novela que irá provista de ilustraciones, que se llama: "Carmencilla y la fuente de plata", aquí vuelve a fantasear, valiéndose de la mente de una niña de diez años que tan solo pretende hacer un trabajo de fin de curso. A veces, cuando hablamos tan alegremente de otros mundos, podemos estar hablando perfectamente de nuestro interior, de ese interior aún por descubrir, porque nos da miedo hacerlo. La realidad y la ficción son fieles compañeras.
En febrero del mismo año, saca a la luz la obra de teatro de Miguel Murillo, LAS MAESTRAS, en la que interviene como director. Paciente, busca el momento para representarla, en el gran teatro López de Ayala, donde ofrece un pequeño homenaje a su mentor: don Miguel Murillo Gómez, coincidiendo con su retirada como director de dicho teatro.
En mayo de 2022 edita "Llantos del Guadiana", una recopilación de sus mejores poemas, y nos dice, que otros poemas importantes se quedaron atrás por parecerle un libro excesivamente "grueso" para poemas (368 páginas). El título de poeta, es un sueño que está a años luz de su alcance. Cree reconocer la belleza allá donde se muestra, pero es insuficiente. Considera que, se deben dar varios criterios para alcanzar ese grado: además de contar una historia, el relato debe tener belleza, crítica, sentimiento y premonición... Y no es fácil encontrar todos esos elementos hermanados.
A partir de julio de 2022, da vacaciones a su musa, tal vez con el ánimo de no volverla a contratar, sin embargo, su mente no cesaba de trabajar, y en 2023 arranca con poemas como: "Me olvidé de vivir" y con una novela que decide darle tiempo y que se llamará, si el tiempo no lo impide y su mente no lo cambia: "El despertar de las ánimas".
Me confiesa sus manías o virtudes: Siempre que sale de su lugar de confort: su casa, se lleva consigo su portátil, por lo que pueda surgir. Siempre pide camisas con bolsillos donde alojar su bolígrafo, los suéteres o los jerséis que no sean de cuello alto. Odia las corbatas. Opina que no hay nada como unos zapatos viejos.
José Luis González Lebrijo, además de escritor y poeta, ha trabajado como actor, es director de una decena de grupos y autor de varias obras de teatro. a la par de su dedicación profesional, desarrolla una intensa y constante actividad literaria que ocupa casi la totalidad de su tiempo libre.
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