Toto Estirado

José Antonio Estirado Cruz "Toto". Nació en Usagre, el 28 de Marzo de 1939, casi casi en las euforias de la Victoria, en la calle Santa Ana 16, no lejos de su viejo puente romano, su gran abrevadero anejo, y los que fueran convento y palacio de la Inquisición, en la casa solariega de un antiguo hidalgo quijotesco, parte de cuyo empaque señorial y escéptico se le pegó, circunstancia a considerar a la hora de aproximarse a esos años primeros que determinan y modulan la vida de una persona, a la que aún hay que añadir el respaldo, cuando no impulso, de su propio padre, en orden a posibilitar el desarrollo de sus dos grandes vocaciones: los toros y la pintura. A cuyo efecto fue enviado a Sevilla, cuna de ambos artes, donde adquirió los rudimentos precisos para el ejercicio de las dos funciones a las que dedicó su vida con igual intensidad que anarquía. Pese a lo cual, lo que fue en los terrenos, es lo que él mismo se hizo como autodidacta. 
Alto, enjuto, encorvado, desgarbado, cansino, desastrado, escéptico y al tiempo vitalista, bohemio, filosofo de honda retranca, existencialista en suma, fue tanto un personaje real como un arquetipo digno de figurar entre las mejores creaciones de Dikens, Victor Hugo, Allan Poe, Papini o el maestro Pérez Galdós. 
Un ser cuyo drama, posiblemente, fue nacer, fuera de tiempo, un siglo tarde. Es decir cuando la bohemia, en lugar de una actitud romántica plena de atractivo, era ya solo la molestia de un marginado que había que apartar porque hacía mala vista en la sociedad del bienestar. Un personaje equiparable a esos artistas de obra luminosa y vivir dramático que fueron Caravaggio, Van Gogh, Modigliani o Toulouse Lautrec, cuyo mundo no sobrepasaba los horizontes de su hacer artístico alucinado y alucinante y su deambular por las tabernas. 
Un fantasma cuyo sudario eran los tablex sobre los que pintaba, y sus cadenas la incomprensión que lo lastró en su tiempo. 
Aquejado de varias dolencias graves, murió la mañana del 5 de Julio de 1994, recién cumplidos los 55 años. 
El Sótano, La Marina y el Quiosco de los Martínez fueron su campo de gloria. 
Tiene una Plaza con su nombre en la Barriada de los Colorines en Badajoz. 
Si en la ciudad de Badajoz hubo alguna vez un movimiento underground, Toto Estirado es su icono más representativo y su principal valedor. 

Fuente: Alberto González Rodriguez en el diario Hoy. 

Varias de sus obras 

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Badajoz Online Tv
Una mirada a Toto Estirado

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Video de Enrique Angulo 
Homenaje a Toto Estirado

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1 comentario:

  1. Un día fui a su trastero para ver sus achiperres y pinturas. Me sorprendió su caos y distancia.

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