Jorge Mendoza Alves nació en Bula un pueblecito de Guinea Bissau en 1951, y cuando apenas era un adolescente, tras su paso por Lisboa se afincó en Badajoz. Es el rey Baltasar oficial de Badajoz, un reinado que se prolonga desde hace más de veinte años cuando se lo propuso el entonces concejal Pepe Hueso q. p. d., y desde entonces para el es un orgullo y un placer hacerlo, ya que según él se siente más joven estando tan cerca de los niños y todo el mundo le demuestra un cariño abrumador, tanto los niños como los mayores.
Este zapatero es un "monarca" humilde, al contrario de otros muchos de su misma condición, se preocupa por sus súbditos, y por ello sus súbditos, una vez al año (todo Badajoz sabe el porqué) son los niños. Según él, lo de la Cabalgata lo hace por ellos, es un día especial, disfruta, le llena de emoción, y se le caen las lágrimas.
Es un día del año en el que se siente absolutamente feliz, pero es que él se siento feliz todo el año.
En su trabajo para ganarse la vida ha hecho de todo, 'pinchar' discos, vendedor de seguros y hasta vendedor de máquinas de coser de lo cual se siente orgulloso este verdadero amigo de los niños y de todos los pacenses.
Posteriormente abrió su propio establecimiento de reparación de calzado, la primera en la calle Guardía Civil, la segunda en la calle Goméz de Solís y la tercera en la calle Fernández de la Puente, donde ha estado hasta su reciente jubilación.
Su mayor ilusión es ver a la gente por la calle sonriendo, pero sin cara de "malas pulgas", con una sonrisa natural.
Si hay un individuo, un ser humano especial en Badajoz, pero sobre todo durante el atardecer del día 5 de enero, ése es Jorge.
Es desde luego un personaje entrañable, que si no hubiera venido a Badajoz hubiéramos ido a por él.
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