Emilio Macías vivió en Badajoz, sentía un grandísimo fervor religioso así como mucha devoción por Nuestra Señora de Bótoa, fué un gran benefactor de nuestra ciudad de Badajoz. Contemplaba D. Emilio el pasar y los afanes de las lavanderas de Badajoz, la dureza de sus vidas y la pobreza de sus casas, en constante tarea por sacar adelante a sus familias en un Badajoz en el cual entonces, el hambre y la miseria eran moneda de cambio frecuente.
Por ello decidió construir unas casas para estas mujeres, constituyendo un legado para tal fin, dicho "legado" además de su valor histórico y social, constituye un modelo de documento jurídico.
Las lavanderas de Badajoz tuvieron unas casas dignas y algo más en aquel año de su entrega en 1931, las cuales podemos observar en las fotografías de ese magistral y recordado artista de la fotografía que fue Antonio Pesini, las cuales aparecen en la parte inferior de la página.
La ciudad de Badajoz le premió con una calle dedicada a él en el lugar donde se construyeron esas viviendas que hoy perduran, pero desde la colocación de la placa que da nombre a dicha calle (que por cierto, ya ha llovido), se sigue manteniendo el error de su nombre y profesión, en ella podemos leer lo siguiente: “Legado Macías. Escritor y Poeta del siglo XIX”.
Este señor no escribió una sola linea desde el punto de vista literario, pero eso sí , encargó un documento jurídico "un Legado", que según entendidos en el tema, es modélico.
D. Emilio Macías dejó una obra social en Badajoz que ha llegado hasta nosotros con un recuerdo equivocado que debe corregirse.
Datos de José Rabanal Santander de su blog El Guadiana suena.
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