José Abelardo Gómez Tejedor nació en Frades de la Sierra (Salamanca) el 1 de diciembre de 1854 y falleció en Badajoz el 4 de junio de 1932, fue un industrial e inventor español y uno de los pioneros de la Torrefacción en España. Era hijo de Agustín Gómez Sanz y Eduvigis Tejedor González, quienes fallecieron siendo él un niño. Fue educado por el párroco del pueblo, que viendo sus actitudes intelectuales trato de darle una amplia formación.
Se dedicó al pastoreo trashumante, el ganado pasaba el invierno en Extremadura y el verano en Cameros (La Rioja), llevaba el ganado desde Badajoz por la Cañada Real Soriana Occidental hasta Cameros que fue donde conoció a su mujer Tomasa Ruiz Reinares, natural de Lagunilla (La Rioja), quien había nacido en 1858 en un familia humilde dedicada al pastoreo.
Tuvieron seis hijos, José, Luisa, Abelardo, Vicente, María y Justa. En 1929, José Gómez Tejedor, une para sí y sus descendientes sus dos primeros apellidos, pasando a ser desde ese momento sus hijos nacidos como Gómez Ruiz a apellidarse, Gómez-Tejedor Ruiz.
Se estableció definitivamente en Badajoz a finales de la década de los 70 del siglo XIX, al principio trabajo de ayudante en una tienda de ultramarinos, donde le encomendaron la tostación del café. Sobre 1885 adquiere el café Europa, en la esquina de las calles Zurbarán y la Plaza de España que más tarde en 1887 cambiaría el nombre por café La Estrella. En este café se pudo oír por primera vez en Badajoz sobre 1894 el fonógrafo que adquirió José Gómez Tejedor para dar ambiente al local.
Él había escuchado que en Cuba los mineros envolvían los granos de café con azúcar para su mejor conservación. Inspirándose en estos comentarios desarrolló la técnica e inauguró en Badajoz una fábrica para el tostado de café en la esquina de Muñoz Torrero con Felipe Checa. Su idea era acercar el café traído de ultramar a las familias del interior de la península. Todavía no sabía bien que lo que estaba creando se convertirá en algo importante para tantas generaciones.
En 1887, funda Cafés La Estrella en Badajoz, y el 21 de diciembre de 1901, se le otorga la patente en España del café torrefacto. La marca no ha dejado de crecer, presentándose hoy día, bajo el paraguas de Nestlé, como la mayor empresa de España de torrefacción y distribución de estos productos. La notoriedad que toma la marca en el tueste del café, es un hecho en el país y gran parte de Europa, convirtiéndose en el principal especialista.
La calidad de este café comienza a obtener diversos reconocimientos, como los recibidos en 1903 en París (Medalla de Oro en la Exposición Universal), Gand y Marsella, o en 1907 en Madrid. También recibe en enero de 1917 por parte del gobierno de Venezuela, la Gran Cruz del Libertador Simón Bolívar por su oficio en la selección del grano.
En 1907, Cafés La Estrella innova no solo en lo que se refiere al café, también con su publicidad. José Gómez Tejedor inventa un curioso formato publicitario: el billete-anuncio, en el que el Banco de España recomienda Cafés La Estrella. También crea postales en las que advierte, en tono de humor, de posibles imitadores.
En 1910, La Estrella abre su tienda emblemática en la madrileña calle Montera. Más tarde, ya en los años 30, la empresa es nombrada proveedora de la Casa Real. En esta década la marca tiene una notable presencia en medios publicitarios como la radio, en Radio España, por ejemplo, a través de personajes como La Cocinera y Don Facundo, que llegan a ser interpretados incluso por bandas populares del momento en las fiestas de los pueblos. Los hitos publicitarios de la década de los 30 son el precedente del inolvidable "¡Vamos chicos al tostadero!" que pone de moda aquel grano de café animado que aparecería en la incipiente televisión de los años 60.
Los años 40 suponen la expansión comercial de la marca por todo el país, abriendo delegaciones en Cataluña (Barcelona) y Andalucía (Jerez de la Frontera).
En 1907, Cafés La Estrella innova no solo en lo que se refiere al café, también con su publicidad. José Gómez Tejedor inventa un curioso formato publicitario: el billete-anuncio, en el que el Banco de España recomienda Cafés La Estrella. También crea postales en las que advierte, en tono de humor, de posibles imitadores.
En 1910, La Estrella abre su tienda emblemática en la madrileña calle Montera. Más tarde, ya en los años 30, la empresa es nombrada proveedora de la Casa Real. En esta década la marca tiene una notable presencia en medios publicitarios como la radio, en Radio España, por ejemplo, a través de personajes como La Cocinera y Don Facundo, que llegan a ser interpretados incluso por bandas populares del momento en las fiestas de los pueblos. Los hitos publicitarios de la década de los 30 son el precedente del inolvidable "¡Vamos chicos al tostadero!" que pone de moda aquel grano de café animado que aparecería en la incipiente televisión de los años 60.
Los años 40 suponen la expansión comercial de la marca por todo el país, abriendo delegaciones en Cataluña (Barcelona) y Andalucía (Jerez de la Frontera).
El ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, en la Comunidad de Madrid, le tiene dedicada una calle.
José Gómez Tejedor es quizás una figura desconocida, hasta ahora, en la ciudad de Badajoz, pero gracias a él, existe el café torrefacto tal y como lo conocemos ahora.
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