Ramón López García

Por su nombre es posible que muchos pacenses no lo sitúen, pero si les digo que es Ramón el de Hielo Norte la cosa cambia automáticamente.
Es una de esas personas que te quedas "helado", nunca mejor dicho, al ver su capacidad y su constancia en el trabajo. 
Empezó siendo un niño como empleado en ese local pequeño de la calle San Lorenzo donde nos atendía con esa delicadeza que le caracteriza cuando íbamos  a recoger esas barras de hielo que nos suministraba para los días que pasábamos a la orilla del río, para el campo, para aquellos guateques que añoramos los sesentones y para tantas cosas más. 
Los orígenes de la Fábrica de Hielo Norte se remontan a los años 40 cuando, un vecino de Valencia y de origen gallego Arturo Silva Castro, asesorado por un cuñado suyo que regentaba un taller de refrigeración en el Levante español, decide trasladarse a Badajoz y montar una fábrica de hielo, debido a la demanda que existía en la época y las altas temperaturas de nuestra localidad. En 1948 Arturo Silva funda la Fábrica de Hielo Norte, el nombre de la misma en honor a su origen gallego, abriendo sus instalaciones en la C/ San Lorenzo en el nº 13B, en pleno Casco Antigüo de Badajoz. 
En esos años, el reparto de hielo se realizaba de forma manual por operarios que arrastraban carros de mano, cargados de barras de hielo y que distribuían por distintos puntos de la ciudad. 
Cercana a la C/ San Lorenzo, el lugar de la fábrica se encuentra la calle El  Brocense donde vivía un niño de nombre Ramón López García, quién a diario veía el trasiego de carros de mano cargados con barras de hielo, desconociendo en ese momento lo unido que terminaría estando al mundo del hielo. Ramón siendo un niño de 12 años comenzó, junto con un amigo suyo que ya trabajaba como operario de reparto en Hielo Norte, a repartir  barras por la ciudad,  ganando algo de dinero en propinas. 
Ya en 1952 y a la edad de 14 años, Ramón entra formar parte de la plantilla de la Fábrica de Hielo Norte como aprendiz, siendo uno de sus primeros trabajos el llenado manual de agua de los moldes donde se fabricaban las barras de hielo. En el año 1954, pasa a la categoría de operario de reparto con un sueldo inicial de 4 pesetas más propinas. 
En estos años la plantilla de Hielo Norte constaba de 3 repartidores y otros tantos aprendices, fijos todo el año, por la demanda diaria de hielo al no haberse extendido aún de forma masiva los frigoríficos de uso doméstico. 
Aquel lugar se le quedó pequeño para la demanda que tenía de aquel producto, y 
 debido a ello, ya por su cuenta, arriesgó en esas instalaciones que construyó de más de 1400 m2 en el Polígono del Nevero. La fabricación de hielo gracias a Hielo Norte, tiene más de 70 años de historia en Badajoz. 
Desde su implantación en sus inicios en los años 40 en la calle San Lorenzo, en plena Alcazaba árabe, hasta hoy, instalada en el polígono industrial "El Nevero", el nombre de Ramón López García ha desempeñado un papel fundamental. Sus 50 años en la empresa son todo un aval, dieciocho como empleado y el resto como máximo responsable de la fábrica permiten hablar de él como un profesional en la fabricación de hielo. 
Es desde luego un verdadero personaje conocido y estimado por muchísimos pacenses, el cual ya jubilado ha entregado las riendas de la industria a sus cuatro hijos, los hermanos López Casas, los cuales han recogido el testigo con esmero y dedicación, ellos la han convertido en la empresa de referencia en el sector de la fabricación, distribución y venta de hielo en Extremadura, en constante renovación de servicios y productos, según las nuevas demandas del mercado. 
Mi más sincero reconocimiento y enhorabuena por esa labor industrial que realizastes Ramón. Que disfrutes esa jubilación más que merecida. 

Con el amigo Ramón en 2023

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