La Familia González Escobar

La Familia González Escobar

Juan Julio González Fernández e Isabel Escobar del Brio, este matrimonio eran los propietarios y trabajadores de esa churrería que existió en la calle Moreno Zancudo (antigua calle Zapatería), en ella confeccionaban esos churros calentitos y exquisitos para la degustación de todas las personas de la zona además de todo el personal que acudía al mercado de la Plaza Alta. Fue abierta por ellos en el año 1950 y estuvo abierta hasta el año 1985, que procedieron a su cierre. 

Posteriormente pasado un tiempo,  Juan Julio, decidió abrir una nueva, que sería la 
Cafetería-Churrería Cafechu, situada en la calle Bartolomé José Gallardo de nuestra ciudad, junto al Paseo de San Francisco, él se jubilaría en 1997. Sus hijos Juan José "Juanjo" y Marisol, (los cuales ya trabajaban  con él), si hicieron cargo de ella. Estos dos  hermanos, además de heredar las virtudes de sus padres han logrado que el lugar sea un auténtico referente en el mundo de las churrerías de la ciudad. Han sido capaces de conquistar a infinidad de clientes mediante la calidad de sus productos y un servicio excepcional. 
Desde su apertura, Cafechu ha estado comprometido con ofrecer las mejores opciones para aquellos que buscan un sabor auténtico. Sus churros, recién hechos y crujientes, son un manjar que no deja indiferente a nadie. Muchos de los visitantes han mencionado en sus opiniones que son los mejores churros que han probado, destacando su textura esponjosa y su dorado perfecto. Y no solo eso, sino que este local también ofrece deliciosas porras y una variedad de acompañamientos, como chocolate caliente, que hacen que cada visita sea una experiencia única y placentera. 

Su ambiente acogedor es otro de sus grandes atractivos,ya que los clientes disfrutan de un espacio limpio y cálido, que invita a compartir buenos momentos, ya sea en familia, entre amigos o incluso como un reconfortante desayuno en solitario. La atención al cliente viene de la mano de esos dos hermanos  que son Juanjo y Marisol, amables y profesionales, que se esfuerzan por hacer que cada visita sea memorable. Por esta razón, muchos de los clientes vuelven una y otra vez, convirtiéndose en parte de la familia de Cafechu. 

Además hay que añadir a su favor, que esta Cafetería-Churrería se destaca por su horario de apertura, pues  está abierto todos los días de la semana, mañana y tarde, excepto el domingo que es de 8:00 a 12:00, garantizando con ello que todos los amantes de los churros puedan disfrutar de sus delicias en la mañana, sin excusas. Este enfoque en la accesibilidad ha sido clave para su popularidad, ya que permite a los clientes planificar su visita sin complicaciones. 

En un mercado donde la competencia es feroz, Cafechu se ha diferenciado no solo por la calidad de sus productos, sino también por su pasión y dedicación. Cada día, Juanjo y Marisol  se esfuerzan por innovar y mejorar su oferta, siempre manteniendo el compromiso con la tradición y el sabor. 

Desde aquí quiero felicitaros y daros la enhorabuena por vuestra labor industrial, y gracias por vuestra manera de conseguir hacer esos "churritos" geniales, espero y deseo que sigáis siempre tan amables, serviciales y cordiales. 

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