Fernando Carmona Mendez

Fernando Carmona Méndez nació en Badajoz en 1961, es licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura, también ha sido profesor de la Escuela de Práctica Jurídica del Ilustre Colegio de Abogados de Badajoz, así como profesor externo de la Facultad de Derecho de la UEx. Se inició como árbitro de fútbol en la temporada 1975/1976, a la edad de 14 años, y todo comenzó cuando aceptó el envite de un amigo de su padre que le dijo que no tenía carácter para ser árbitro, quiso demostrarle que no tenía razón y comenzó a formarse como árbitro asistente en 2ª Regional. 
Tras su paso por las divisiones regionales del fútbol extremeño, ascendió a Tercera División donde militó hasta el 1987, ascendió entonces a Segunda División B en la cual estuvo cinco temporadas hasta 1992 que ascendió a Segunda A, donde estuvo hasta 1995. 
Debutó en la máxima categoría del fútbol español el 3 de septiembre de 1995 en el Estadio de Balaídos, dirigiendo el derbi gallego que enfrentó al Real Club Celta de Vigo con el Sociedad Deportiva Compostela, convirtiéndose así en el quinto árbitro extremeño en debutar en Primera División. 
En la temporada 2000/2001 obtiene la escarapela de Árbitro FIFA, debutando el 9 de julio de 2000 en el partido de vuelta de la 2ª Ronda de la Copa Intertoto de la UEFA entre el Bradford City Association Football Club y el FK Atlantas Klaipėda.
El 11 de octubre de 2003, fue el día que arbitró su primer y único partido de selecciones nacionales, entre la selección de Rumanía contra la selección de Japón .
El 21 de octubre de 2004 arbitró su último partido internacional, fue el disputado entre la Association de la Jeunesse Auxerroise y el Grazer AK. 
Con muchos partidos que pitar aún por delante, el 17 de marzo de 2005 tomaría la decisión de colgar el silbato con 44 años. Fernando Carmona fue un colegiado muy respetado por los integrantes de su colectivo, era solidario y dialogante, muy lejos del perfil autoritario que daban, tanto en el terreno de juego como en la atención a los medios de comunicación, algunos de los que fueron sus compañeros. 
Normalmente sereno, muchos futbolistas consideraban que era el colegiado que permitía una mayor colaboración entre jugadores y árbitro durante los partidos por su capacidad de diálogo. 


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