Personajes de Badajoz : Juan Ramón "Pirulo"

Se llama Juan Ramón Rodríguez Castaño y se hace llamar Pirulo, el novio de la muerte, ex legionario según relata él, es un personaje peculiar fácil de encontrar por las calles de Badajoz, seguido de su perro, con el hueco de una gran tinaja como refugio nocturno, y pululante continuo por el centro de Badajoz.

Un personaje digno de ser ratón colorao, como lo llamaría Jesús Quintero, identificando a aquellos personajes que forman parte del paisaje de la ciudad, únicos, originales y pintorescos, libres y vivos en su mundo, su perro lo sigue continuamente, y siempre pendiente de su amo, de su compañero, ambos paran donde quieren, pasean por donde les place, el cuenta miles de historias y su perro escucha sin más, a veces Pirulo lo lleva en volandas, o simplemente subido a su hombro, ya que ambos son el calor del otro mutuo, la compañía sin precio, el remanso de vida en la locura diaria.

Es un personaje auténtico, animal y hombre, auténtico en su vida en libertad.

Pirulo forma o formaba parte de ese lumpen urbano y contrariado tan de Badajoz que acaba identificándose con su paisaje, su ambiente y su historia.

Puede que el alcohol, las drogas, el delito o cualquier otra querencia de peligroso porvenir haya truncado su vida, convirtiéndola en un juguete roto sin más destino que el de sobrevivir cada día.

Puede que no sea de lo mejor de la sociedad porque su vida ha sido transformada en una vida condenada y echada a perder, pero, así y todo, ha logrado seducir con su manera de ser y escapar del anonimato.

Con mayor o menor fortuna, erguido o tambaleándose, es una persona del Badajoz eterno que hace del Casco Antiguo su teatro de operaciones.

Es un ciudadano en riesgo de exclusión social muy querido en Badajoz y personaje característico de su Casco Antiguo, gracias a su buen talante, siempre positivo y accesible, ha sido fotografiado y retratado tanto por artistas como por ciudadanos pacenses o visitantes del Casco Antiguo.

Puede que el alcohol, las drogas, el delito o cualquier otra querencia de peligroso porvenir haya truncado su vida, es un vagabundo de los de siempre, con su perro al lado, que le da compañía y algunos piensan que, incluso, conversación, con su carro tuneado y cargado de un buen montón de objetos inservibles.

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