Pepe el de los Espumosos

José Moreno García, "Pepe el de los Espumosos", nació en Motril (Granada) y al enviudar marchó a Casablanca (Marruecos) donde vivió y trabajó en las minas de potasio de donde se trajo las formulas de aquellos deliciosos espumosos que preparaba, era un pintoresco erudito arabista y anticuario, además de un buen pintor y escultor, y el inventor de la horchata de bellota. 
Un personaje con una gran cultura, con una peculiar amabilidad y con una educación exquisita al frente de su kiosco, el cual primero llamado El Cairo estuvo situado en la Plaza de Minayo y posteriormente el llamado El Támesis hasta su final en la Ronda del Pilar (entonces llamada Avda. de José Antonio), delante del bar-restaurante La Ponderosa y de Moto Luís. 
Creó un pequeño museo particular en la Casa Hispano-Árabe de su propiedad situado en un chalet en la Plaza del Padre López esquina con la calle Museo, por la que llegaron a pasar embajadores de países árabes, disponía de una magnifica colección de abanicos y de mantones de manila así como una notable biblioteca y colección de armas antiguas y espadas, monedas de oro, plata y bronce. 
Su Casa-Museo en la Plaza del Padre López 
Tres amigos en el quiosco 
Fotografía de Rufino Gastón Atochero 

ooooooooooooooooooo

Esos aparatos con los cuales se expendían los espumosos 
localizados en un desguace de Alburquerque 

ooooooooooooooooooo

4 comentarios:

  1. Hombre de gran cultura y amena charla. Era granadino, creo.

    ResponderEliminar
  2. Vaya personaje!!! Se fue con la fórmula de esos espumosos con un sabor insultantemente bueno,
    Si los hubiera sabido cualquier multinacional! Tendrían más éxito que la Coca - Cola no me cabe duda!

    ResponderEliminar
  3. Nuestra familia y mi madre le pidió proseguir el camino de los espumosos abriéndolo de nuevo ese negocio. Volvimos a abrir y fue fenomenal. Él sabía la fórmula oculta donde la Coca—Cola se ponía nerviosa al vender más zumos espumosos que la misma Coca Cola. Amigo de la familia Garzón. Muchas risas de pequeño en su casa. Genial!!!!

    ResponderEliminar
  4. Cuando era pequeño, mi madre me llevaba allí a tomarme los espumosos como recompensa de las vacunas que me ponían. Es un recuerdo imborrable... ¡estaban riquísimos!

    ResponderEliminar