La Familia Blanco es actualmente una de las sagas hosteleras más reconocidas de Badajoz. El amor de un gallego hacia una extremeña fue el origen, el amor de padres a hijos fue el afianzamiento y el amor por el oficio fue la clave para la consagración total. Hace ya más de 70 años, el gallego José Blanco Doval, nacido en Barcia de Mera (Pontevedra), trabajaba de jefe de cocina en un hotel de Lisboa, el cual en uno de sus viajes a Badajoz, conoció a Antonia Barrios Albano, de la cual se enamoró. Poco tiempo después, se casaron y decidieron montar un negocio que acercase Galicia a Extremadura a través de la gastronomía.
José junto con su señora Antonia, decidieron montar una pequeña taberna donde comenzaron a ofrecer platos de su Galicia natal. En no mucho tiempo sus caldos, pescados y sobre todo su pulpo, son reconocidos dentro y fuera de Badajoz. Así, en el año 1952, nació El Vivero, una tasca gallega ubicada en la calle Sánchez de la Rocha, donde se ofrecían por primera vez en Badajoz platos como el pulpo a la gallega, la merluza a la gallega, el caldo gallego o las empanadas. Además de postres como las filloas o la tarta de Santiago. También causó mucha expectación el vino Ribeiro servido en cuncas, esos cuencos de porcelana.
El Vivero era una pequeña taberna, pero con una gran terraza que sus dueños explotaban tanto en verano como en invierno. José enseñó a su mujer a preparar los platos típicos de su tierra y él se pasó a la sala a atender a los clientes, de todas las clases sociales. José y Antonia tuvieron tres hijos, los cuales, Francisco, Pepe y Luisa han heredado de ellos el gen emprendedor y hostelero. Sus hijos Francisco y Pepe, recuerdan cómo se subían a las cajas de cerveza para poder llegar al fregadero para lavar vasos, esos fueron sus primeros pasos en la hostelería. Después, accedieron a la cocina a pelar patatas, y demás y, así sucesivamente hasta que sus padres les fueron confiando todos los secretos del negocio.
En el año 1975, abrirían la Pensión Galicia, situada en la Avda. Adolfo Díaz-Ambrona, la cual mantiene sus puertas abiertas, además de ser la única pensión de esas características en nuestra comunidad extremeña.
El Vivero cerraría sus puertas en el año 1978, debido a sus jubilaciones. Lamentablemente José Blanco falleció el 4 de octubre de 2005 y Antonia Barrios el 19 de agosto de 2020. En su recuerdo.......
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