Juan Carlos Vidarte Rebollo nació en Badajoz en 1962, es fotógrafo, aventurero, comercial, soñador, maratoniano, carnavalero, etec.
Lleva más de cuarenta años en ese mundo de la fotografía, cuando falleció su padre Emilio Vidarte en 1985 el se ocupa de esa tienda hístorica y centenaría que abrió su abuelo paterno Enrique Vidarte Pérez en el año 1915 en la calle Virgen de la Soledad, la cual hoy en día es un verdadero museo (único en el Casco Antiguo), donde descansan una gran variedad de objetos, como unas ochocientas cámaras de fotos de todo tipo, una Lambretta-125 de 1957, la cual heredó de su padre, con la que ha recorrido un concreto itinerario por la geografía española, libros y portarretratos antiguos, muchísimas fotos antiguas y negativos de Badajoz y un sin fin de cosas curiosas, miles de antigüedades que todos podemos contemplar y conocer, aunque no podramos llevarnoslas de recuerdo.
Juan Carlos además tiene en su tienda-museo el sillón que utilizó Alfonso XIII en una de sus visitas a Badajoz, dicho sillón (que fué fabricado por Muebles Salas en 1889), y fue adquirido por su abuelo materno José Rebollo López (que fue pintor, dibujante, caricaturista y torero, además de director de la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz), cuando se proclamó la II República y lo guarda con gran cariño, por ser una pieza única y muy pintoresca, así como el dibujo hecho por su abuelo paterno Enrique Vidarte Pérez, de tres metros de alto por dos de ancho, hecho a carboncillo, que es una copia de Murillo, único en España.
Poseedor de un importante bagaje fotográfico, ya que cerca de cuarenta años en ese mundo lo atestiguan, sin contar los consejos profesionales heredados de sus ancestros.
Juan Carlos es ante todo un fotógrafo profesional y soñador, como dice su tarjeta de contacto, recopila fotos de otros compañeros de profesión respetando por supuesto siempre su autoría, por ello (según él), su colección es solamente un granito de arena. Inquieto por naturaleza, y se involucra en numerosos asuntos de la ciudad...Es sin duda uno de los personajes más curiosos, pintorescos y con más personalidad de la ciudad.