Personajes de Badajoz : 07/31/20

Angel Azcona Galar

Ángel Azcona Galar, nació en Astráin (Navarra) en 1920 e hizo de Badajoz su ciudad, primero vistiendo la camiseta del CD Badajoz y después regentando el Azcona, un restaurante que lleva más de 50 años haciendo las delicias de quien lo visita.

Con el CD Badajoz, Azcona llegó a jugar en Segunda, y tras los fogones consiguió la Medalla de Extremadura en 2007 y un hueco en el estómago de varias generaciones.
Formó parte, según los entendidos, del mejor equipo de fútbol que tuvo nunca esta ciudad, llevándolo por primera vez en su historia a la Segunda División de la liga en la temporada 1952/1953.
Desde el primer momento hicieron las delicias del aficionado, jugando prácticamente con la misma formación durante toda la temporada, que era la siguiente: Félix, De La Osa, Azcona, Fiestas, Zamorita, Pablito, Isidoro, Alonso, Salvador, Jiménez Y Velázquez. Según los entendidos, este equipo fue el mejor que ha visto esta ciudad.
Gran defensa central que estuvo apunto de fichar por el Real Madrid, cuentan como anécdota de la época que habiendo fallecido su madre recientemente un espectador en medio de un partido le llamo "Hijo de…", ante lo cual "Azcona" que así le llamaban, salió como un rayo saltó la valla y le propinó una buena galleta al susodicho, lo cual, según Jerónimo Barahona, le acarreó una sanción de seis partidos.
Precisamente de su madre es de donde proviene la tradición culinaria de esta familia, y es que viuda desde muy joven tuvo que tirar de sus facultades en la cocina para sacar adelante a sus tres hijos.
Sus inicios fueron en 1958 y desde entonces no ha habido miembro de este clan que no se haya dejado los huesos en la barra o en los fogones de este histórico establecimiento, en el cual, todo quien allí entra, es atendido siempre con una sonrisa en la cara con la que hacen sentirse a todos sus clientes como si fueran a comer a su propia casa.
Su labor ha sido recompensada con numerosos reconocimientos del gremio, y el mas importante fue en el año 2007 cuando le fue concedida la Medalla de Extremadura.
El mejor central de la mejor época de los blanquinegros, lamentablemente falleció el 9 de septiembre de 2012.

Restaurante Azcona

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Fuente Casa Azcona.

Pepe Vela

José Vela Ordóñez, nació en Badajoz en 1942 y falleció en 2021, Pepe Vela para los amigos, es un personaje peculiar de nuestra ciudad de toda la vida.

Pocos habrá que no le conozcan, integrante de aquellos míticos Play Boys de la década de los 60, ha dedicado su tiempo libre, pues lo suyo era trabajar como oficial telegrafista, entre otros asuntos, a la música de su época, con un archivo inmenso, a la pesca submarina, como experto radioaficionado, a las charlas y conferencias sobre nuestra ciudad y a la edición de numerosos artículos y libros costumbristas sobre las vidas y personajes del Badajoz pretérito.

Amigo de sus amigos, amabilísimo siempre, todo un caballero, con una generosidad fuera de serie, una persona que nunca te dice que no, Pepe Vela, con sus achaques y su melancolía a cuestas, lleva unos años en el ostracismo y es llegar la Feria del Libro cuando "resucita", cuando puede vérsele casi todo el día deambulando de caseta en caseta, saludando a diestro y siniestro, firmando libros, regalándolos, etc.
Personaje "fijo" de la Feria badajocense, es autor de once libros, dos de cuentos y los nueve restantes sobre temas, ámbitos y personajes pacenses de otras épocas, entre los que destacan títulos como Narraciones de Navidad (1996), Julián Mojedano Muñiz, la voz de Extremadura (1997), Estampas del Badajoz de los 60 (1997), Badajoz entrañable (1998), Badajoz en el recuerdo (1999), Rumores del Guadiana (2000), Badajoz en la nostalgia (2001), Del Casco Antiguo al Paralelo barcelonés (2002), Añoranzas de Badajoz (2003) y Badajoz entre luces (2004). Impresos todos ellos por Tecnigraf Editores.

El caso es que, al ser autor y editor a la vez, le ha costado su dinero sacarlos a la luz, tiene una ristra de libros sin vender y algunas cuentas pendientes por saldar, y es que, sabiendo de su extrema generosidad, en vez de venderlos como todo el mundo hace, los regalaba a sus muchos amigos.

Fuente: Manuel Murillo Garcia en su blog Mis Cosas.

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