Félix Fernández Torrado nació en Santa Marta de los Barros el 24 de julio de 1916 y falleció en Madrid el 30 de diciembre de 1976, fue un pintor que cultivó el género del paisaje, pasó a ocupar el cargo de director del Museo de Bellas Artes de Badajoz en 1952.
Inicio sus estudios de muy joven de la mano de maestros como Eugenio Hermoso, Francisco Núñez Losada, Antonio Juez y de Adelardo Covarsí en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz, posteriormente se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de la Complutense de Madrid para obtener el titulo de Profesor de Dibujo que obtuvo con inmejorables notas.
En Madrid y de la mano del también pintor extremeño Eugenio Hermoso se adentró en el mundo del paisajismo.
Este pintor amante y gran observador de la naturaleza y en constante contacto con ella por su afición a la caza , supo sacarle partido y plasmarlos en esos majestuosos paisajes en gran formato que caracteriza su obra. Recrea con maestría esos reflejos mañaneros de las dehesas extremeñas con unas pinceladas empastadas y llenas de múltiples matices.
También esos atardeceres con sus cielos plagados de color al estilo covarsiano. y característicos de su tierra, entendió la Naturaleza observándola hasta el mínimo detalle.
Sus arboledas, troncos milenarios en donde se aprecia su tiempo, hasta en las rocas, en donde no se le escapa ningún detalle, desde el moho de sus sombras hasta la vegetación que le rodea.
Su prolifera obra también engloba retratos y figuras de su época pero sin lugar a dudas fueron sus paisajes los que lo hicieron grande en su tierra.
Comenzó a exponer en 1940, y fue galardonado en 1942 en la II Exposición Nacional de Arte. Premio Extraordinario de la I Exposición Provincial de Bellas Artes de Badajoz en 1943, año en que obtuvo el título de profesor de Dibujo por la Escuela de Bellas Artes de la Complutense de Madrid.
Primer Premio en la exposición de la Sociedad del Liceo de Mérida, en 1951, y representante ese mismo año de la pintura extremeña en la I Bienal Hispanoamericana celebrada en Madrid.
Profesor de Colorido y Composición y académico correspondiente de la Real de San Fernando de Madrid. Se dedicó profesionalmente a la pintura por encargo con una maestría técnica indiscutible, cultivando el retrato, los bodegones y el paisaje, donde destacan las escenas marineras, los perfiles montañosos y la naturaleza extremeña.
Desde 1984, una calle de Badajoz lleva su nombre.
Algunas de sus obras:
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Un merecido homenaje a su obra
de Enrique Angulo
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